Herida por traición
La herida de traición es una de las 7 heridas emocionales de la infancia (abandono, rechazo, humillación, traición, culpa, injusticia y reconocimiento). A continuación vas a descubrir en qué consiste la herida de traición, qué síntomas presenta y cuál es su tratamiento.
1. ¿Cómo se da la herida de traición?
La herida de traición es un tipo de trauma emocional que aparece a raíz de haber sufrido un engaño, ya sea una mentira o el incumplimiento de una promesa.
No obstante, cabe diferenciar entre una decepción y una traición. A veces podemos sentirnos defraudados y desilusionados debido a un fallo en la conducta de una persona. En este caso, hablamos de decepción.
Sin embargo, la traición ocurre cuando una persona de nuestra confianza comete un fallo de forma deliberada, consciente y egoísta, no cumpliendo lo que nos había asegurado y faltando a su palabra.
Experimentar una traición es una de las vivencias más dolorosas a nivel emocional, ya que nuestra confianza en la otra persona desaparece y deja una herida que a veces no sana nunca. Es entonces cuando aparecen síntomas de la herida de traición.
2. Herida de traición en la infancia
- No cumplen con la expectativa de padre, madre o cuidador ideal
- No cumplen las promesas que realizan
- Revelan hechos íntimos o secretos personales
- Avergüenzan al niño ante otras personas
- Anteponen a otra persona antes que al niño, dejándolo de lado
3. Cómo afecta una herida de traición de un niño en adulto
Una herida de traición en la infancia se manifiesta en la persona adulta en forma de desconfianza y control. Suelen ser personas desconfiadas y posesivas. Por ello, con el fin de asegurarse de que los demás cumplan con sus promesas, ejercen el control que consideran necesario sobre esas personas.
Por otra parte, las personas con una herida de traición suelen tener una baja autoestima y una fuerte personalidad. También valoran mucho en los demás cualidades como la lealtad y la fidelidad.
4. Síntomas de las heridas de traición: Cómo identificarlas
- Dificultad para confiar en los demás, vincularse con otros y dejarse querer.
- Necesidad de tenerlo todo bajo control.
- Miedo a la incertidumbre.
- Tristeza cuando está en soledad.
- Cambio del amor al odio con gran facilidad y por pequeños detalles.
- Uso de la crueldad, el victimismo o el chantaje emocional para conseguir lo que quiere.
- Odio hacia las mentiras, las promesas sin cumplir y las traiciones.
- Creencia de ser una persona fuerte y poderosa, algo que también proyecta en su imagen.
- Rigidez e intolerancia, quiere tener siempre la razón y decir la última palabra.
- Tendencia a la competitividad, a ser exigente y a criticar a los demás.
5. Soy demasiado bueno/a y me traicionan
Si sientes que otras personas te traicionan con frecuencia, a continuación te damos algunas recomendaciones.
Por una parte, reflexiona sobre las circunstancias en las que sucedió la traición. No todos los errores que cometen las personas tienen por qué ser intencionados y, por lo tanto, no tienen por qué ser traiciones en sí mismas.
Por otra parte, debes tener claro que tú no eres responsable de que alguien te haya traicionado, así que intenta no culparte por la conducta de esa persona.
Por último, date un tiempo para tener una visión clara y asimilar lo sucedido. Mantén una actitud de aceptación y analiza si existe alguna solución
6. Cómo se trata una herida de traición
El tratamiento terapéutico de la herida de traición consiste, a grandes rasgos, en observar en primer lugar qué ocurrió, cómo fueron las circunstancias del suceso y cómo lo viviste o sentiste. El objetivo es que consigas volver a confiar y que te vuelvas a mostrar vulnerable, que sueltes el control y te dejes querer, teniendo también presente que puede volver a suceder.
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