·Cómo trabajamos·

¿Por qué escoger
esta plataforma?

Existen valores la cercanía, calidez, profesionalidad y calidad del servicio. Llevamos años formándonos para dar el mejor servicio a nuestros pacientes. Al realizar una psicoterapia profunda y de calidad, aseguramos que tus problemas no vuelvan a aparecer en el futuro.

Los psicólogos de esta plataforma destacan por la empatía, cercanía y calidez. Son profesionales, pero no se colocan en un rol directivo. Consideran que el paciente también tiene derecho a decidir sobre su tratamiento y las dificultades que quiera o no trabajar. 

Los psicólogos que colaboran en esta plataforma son especialistas en Psicoterapia Integradora, por tanto, tratarán de adaptar las técnicas psicológicas a tu problema particular solucionándolo en el menor tiempo posible.

Todos son Terapeutas EMDR. Esto permite trabajar sobre ciertas heridas, recuerdos dolorosos o problemas simples con mayor rapidez y profundidad. Además, permite abarcar ciertos problemas que la terapia verbal no puede solucionar. El EMDR te ayuda a sentir y eliminar de raíz dificultades que están demasiado arraigadas en el subconsciente.

Esto supone que los psicólogos adaptan las técnicas a tu problemática para resolverla eficazmente. No realizan la misma psicoterapia a todo el mundo. Eso no tiene sentido, porque todos somos diferentes. Ponen mucho énfasis en la esencia de cada persona, así que lo que hacemos es un «traje a medida».

Todas tienen una formación exhaustiva y actualizada. Conocen las últimas técnicas y además son especialistas en diferentes áreas: apego, trauma, terapia de familia, terapia de pareja, psicoanálisis, humanismo, dependencia emocional, ansiedad, depresión, psicoterapia reafirmativa LGTBQI+…

Los psicólogos de la plataforma ajustan los objetivos de las sesiones al problema que tengas y tratan de darle la mejor solución. Te ayudan a profundizar en la raíz del mismo y juntas resolverlo para que no vuelva a aparecer. Además, te ayudarán a descubrir tus recursos potenciales para que puedas aplicarlos al resto de dificultades que te surjan en la vida. Venir a terapia es un entrenamiento para la vida. 

Esta técnica tan novedosa es muy útil para resolver problemas que llevan enquistados mucho tiempo, especialmente cuando existen recuerdos dolorosos o traumáticos. Tienes que saber que la técnica EMDR ha de aplicarse siguiendo un protocolo específico que lleva tiempo. En algunos casos no puede aplicarse desde la primera sesión. Siempre será mejor la calidad de la intervención a la rapidez y mala praxis de la misma. 

No te sentirás como en la consulta del médico. Puedes que confiar en esta plataforma y sentirte a gusto, desde la calidez y el cuidado que se pone en los vínculos con los pacientes que se atienden aquí.

Tu opinión es importante antes de empezar cualquier tratamiento, respetando tus ritmos y miedos.

En esta plataforma es importante tener en cuenta las necesidades del colectivo y los problemas a los que tenéis que enfrentaros día a día. La sociedad no lo ha puesto nada fácil y es por esto por lo que se considera imprescindible tener en cuenta este enfoque en todo el proceso psicoterapéutico. Además, tenemos en cuenta la perspectiva de género. En esta plataforma se pone énfasis en la igualdad de la mujer respecto del hombre y cómo también la sociedad ha hecho mella en que se tenga menos en cuenta el valor de todas las mujeres. Aquí vas a recuperar tu valor y tu dignidad como persona, sobre todo si eres mujer y/o formas parte del colectivo LGBTQI+.

EMDR

El EMDR es una técnica psicológica que se encuadra dentro de las teorías de reprocesamiento cerebral.

Se utiliza principalmente para el tratamiento de sucesos traumáticos, pero también se aplica para otras dificultades como baja autoestima, problemas en las relaciones sociales, ansiedad, depresión, estrés, etc.

El EMDR es una técnica psicológica que se encuadra dentro de las teorías de reprocesamiento cerebral. Sus siglas en español significan Desensibilización y Reprocesamiento por los Movimientos Oculares. Procede de sus acrónimas inglesas (Eye Movement Desensibilization and Reprocessing). Francine Shapiro fue la a autora que puso nombre a la técnica en 1987. La terapia EMDR es una de las terapias más novedosas y eficaces actualmente. Aunque se utiliza principalmente para el tratamiento de sucesos traumáticos (pérdidas, accidentes, maltrato, abusos sexuales…), también se aplica para otras dificultades como baja autoestima, problemas en las relaciones sociales, ansiedad, depresión, estrés, insomnio, dependencia emocional, problemas de pareja, bloqueos personales, obsesiones y compulsiones, fobias y miedos… El EMDR conecta la información emocional desadaptativa (síntomas) del trauma y/u otra dificultad que queda bloqueada y no integrada en el hemisferio derecho (reacciones somáticas de angustia, alerta, miedo, rabia…) con el hemisferio izquierdo (mente racional), responsable de poner en palabras y «digerir» el trauma. Los motivos de consulta más frecuentes tienen que ver con la ansiedad y/o tristeza. En pocas sesiones vemos que debajo de ese síntoma hay muchas más cosas que trabajar. El EMDR elimina los síntomas desde la raíz, deshaciendo los conflictos emocionales que permanecen enquistados y que, aparentemente, no están a la vista. A continuación exponemos como ejemplo varios motivos de consulta que pueden resolverse con EMDR:

  • El miedo a la soledad puede frenarnos a la hora de tomar ciertas decisiones, como elaborar una ruptura de pareja. El EMDR trabajaría sobre los recuerdos en la infancia que originaron ese miedo (un padre ausente, una madre que no siempre estaba disponible para atender a su hija, fallecimiento de un mejor amigo/a…). Una vez que se elaboran estos recuerdos dolorosos, la toma de decisiones se desbloquea, actuando así en congruencia con lo que sentimos y necesitamos.

  • Aprender a decir no tampoco es fácil y no basta con ser asertivo y aplicar unas pautas, especialmente si  existe un trauma del pasado que impide la puesta de límites. Una paciente relataba la siguiente dificultad: «Cuando era niña mi profesora me chillaba tan fuerte que me juré a mí misma callarme siempre y no contestarla, de este modo la profesora dejaba de gritar y de hacerme daño». En este caso, para que la paciente pudiera ser asertiva y poner límites en su día a día sin generarle ansiedad, primero necesitó sanar y curar este recuerdo a través de EMDR.

  • Sufrir un accidente de coche, acoso escolar, maltrato… Son también diferentes eventos traumáticos que nos impiden ser felices y nos generan inseguridad, sentimientos de injusticia y tristeza, ansiedad, rabia… Con EMDR pueden procesarse y digerirse fácilmente en pocas sesiones.
El tratamiento con EMDR dura aproximadamente entre seis meses y un año. Cada persona y problemática es diferente por lo que los tiempos pueden acortarse o alargarse. El EMDR se aplica en diferentes fases:

  • En la fase 1 recogemos el motivo de consulta y planificamos los objetivos del tratamiento psicológico. Por ejemplo, un paciente acude a consulta porque tiene mucha ansiedad. Explorando en profundidad, el paciente tiene ansiedad desde que su pareja le dejó hace un año, se siente solo. También piensa que su pareja le ha dejado porque él no vale lo suficiente.

  • En la fase 2 exploramos en la vida del paciente los recuerdos dolorosos que estén relacionados con la dificultad del paciente en el presente. Siguiendo el ejemplo anterior, recogemos información del paciente sobre los momentos vitales en los que sintió ansiedad, soledad y sentimiento de no valía. El paciente cuenta que sus padres trabajaban muchas horas fuera de casa y eso le hizo sentirse solo, incluso no valorado por sus padres.  Además, su cuidadora era muy estricta en ocasiones, favoreciendo el aumento del sentimiento de no valía.

  • En la fase 3 agrupamos todos los recuerdos dolorosos a procesar e introducimos las creencias limitantes que tengan que ver con la dificultad. Por ejemplo, en el caso de este paciente la creencia negativa sería “no soy válido”. Esta creencia, junto con los recuerdos dolorosos, son los que magnifican la ansiedad del paciente y los que le impiden ajustarse adecuadamente al proceso de duelo de ruptura.

  • En la fase 4 nos preparamos para procesar y trabajar sobre los recuerdos dolorosos. Explicamos al paciente que trabajando sobe la raíz (recuerdos traumáticos), eliminaremos las ramificaciones (síntomas). Enseñamos al paciente técnicas de estabilización (respiración, relajación muscular, mindfulness…) para que aprenda a manejar los síntomas y de cara al procesamiento posterior de los recuerdos.

  • En la fase 5, una vez que el paciente posee técnicas para regularse emocionalmente, empezamos a digerir los recuerdos dolorosos. Para ello, hacemos uso de la estimulación bilateralizada (que estimula ambos hemisferios cerebrales) visual o auditiva. Esto consiste en realizar unos movimientos con las manos (o a través de un aparato especializado que tenemos en consulta) de derecha a izquierda o en ponerle al paciente unos sonidos bilateralizados mediante unos audífonos. Cuando el paciente está listo, empieza a hablar del recuerdo doloroso mientras se le estimula bilateralmente. De esta forma conseguimos que el paciente ponga en palabras (activación del hemisferio izquierdo) y sienta en su cuerpo el dolor emocional (activación del hemisferio derecho) que le trae ese recuerdo, pudiendo resolverlo en el momento haciendo uso de las técnicas de estabilización. Cuando el paciente nota que el recuerdo ya no le genera dolor emocional ni somático, trabajamos sobre las creencias limitantes. En el caso del paciente, trabajaríamos sobre su creencia negativa “yo no valgo” para modificarla por “yo valgo”.

  • En la fase 6, verificamos que el paciente tiene integradas las creencias positivas exponiéndole en imaginación a un escenario problemático similar por el que vino a consulta. En el caso del paciente, le pediríamos que visualizara una ruptura de pareja. A continuación, el paciente confirmaría que efectivamente no hay reacción somática ni emocional en el cuerpo ni tampoco creencia negativa limitante; y que además tendría nuevas herramientas para hacerse cargo de la ruptura que también habríamos trabajado previamente durante el proceso psicoterapéutico.

Vínculo Relacional

El vínculo relacional o vínculo de apego es un vínculo emocional que se desarrolla entre el niño y los cuidadores primarios proveyéndole de seguridad y afecto incondicional.

Si el vínculo no fue del todo saludable, se pueden generar algunas heridas emocionales que arrastrará el adulto. 

Cuando hablamos de vínculo relacional queremos hacer referencia al vínculo de apego. Este vínculo emocional es el que se desarrolla entre el niño y los cuidadores primarios proveyéndole de seguridad y afecto incondicional. Si el vínculo no fue del todo saludable, se pueden generar algunas heridas emocionales que arrastrará el adulto. El vínculo relacional se produce en todas las situaciones cotidianas con distintas personas, incluyendo el espacio psicoterapéutico y el terapeuta.

Durante el proceso psicoterapéutico, el psicólogo da herramientas al paciente para que pueda enfrentarse de una forma más adaptativa ante las dificultades externas e internas. Sin embargo, desde Vínculo Psicología fomentamos que la terapia basada en el vínculo relacional siempre tiene que estar presente. 

Cuando somos niños, empezamos a construir nuestro mundo interno, el externo y el de los otros a través de los primeros vínculos. En este caso, estos primeros vínculos tienen que ver con nuestros padres. Es lo que se denomina apego. 

Por ejemplo, hay niños que viven rodeados de madres y padres que se preocupan mucho y tienen mucho miedo, necesitando comprobar todo el tiempo que todo está bien. Este niño estará expuesto al miedo de forma constante a través de un tono verbal elevado y/o alarmante con expresiones verbales y no verbales de preocupación. Este modelo de apego basado en el control y en el peligro es el que el niño absorberá con mucha probabilidad. Esto le llevará a preocuparse demasiado por el futuro y a reasegurarse continuamente de que todo está bien, no pudiendo disfrutar del momento presente.

Debido a esto, el adulto puede desarrollar pensamientos obsesivos, insomnio, ser demasiado autoexigente en el trabajo, sufrir estrés… incluso puede serle complicado disfrutar de las cosas positivas porque siempre está pensando sobre lo que está yendo o irá mal. 

El vínculo relacional repara las heridas emocionales producidas durante un proceso de apego que no pudo ser saludable.  Esta reparación se produce porque el terapeuta ayuda a cambiar el modelo interno de relación del paciente. Por ejemplo, si el paciente es muy racional y necesita control, el terapeuta tratará de ayudarle a integrar y cuidar de su parte emocional. En este caso el terapeuta mirará al paciente con calma, le hablará en un tono suave, le hará conectar con sus miedos… pero sobre todo le dará espacio a que pueda regularlos por sí mismo disfrutando así del presente con tranquilidad.

Además, el vínculo relacional promueve que el paciente adquiera e introyecte profundamente las herramientas y los aprendizajes que realiza en el espacio psicoterapéutico, conectando mente, cuerpo y corazón.

Terapia Online

La terapia on-line es tan efectiva como la presencial y ofrece múltiples ventajas. La terapia se realiza a través de un móvil, tablet u ordenador. Puede ser en formato de videoconferencia, llamada o chat. Nosotros os aconsejamos la videoconferencia por tener resultados igual de efectivos que la terapia presencial, especialmente con la técnica EMDR.

Ofrece múltiple ventajas:

Si sientes un bloqueo emocional que no te deja avanzar, infórmate sin compromiso en una primera cita gratuita telefónica o por e-mail

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