¿Qué es la Psicoterapia Humanista Integrativa y en qué consiste?
Por definición, la psicoterapia humanista es un tipo de terapia psicológica que aprovecha los recursos que trae la persona, potenciando su esencia particular. En este tipo de orientación psicológica la relación terapéutica es primordial, utilizando dicho vínculo para el trabajo de los conflictos que trae el paciente.
Por ejemplo, en el vínculo del paciente y el terapeuta la persona puede proyectar una autocrítica excesiva sobre sí misma, esperando del terapeuta un comportamiento similar al de un padre crítico y juzgador.
En este sentido, el terapeuta volcará en la relación terapéutica una mirada amable, compasiva y no juzgadora, despertando en el paciente recursos que le permitan hacer frente a su crítica interna excesiva. La relación entre paciente y terapeuta no es de experto-paciente, si no que el psicólogo se coloca como acompañante del proceso de la persona desde la cercanía, el cariño y el amor incondicional.
En todo el proceso psicoterapéutico las emociones cobrarán un papel esencial, ya que el humanismo considera que éstas son nuestra brújula emocional que guiará hacia la satisfacción de nuestras necesidades reales y nuestros conflictos, tanto los inconscientes como los conscientes.
Por ejemplo, un paciente puede sentir una ira constante hacia la sociedad capitalista, el mundo académico y hacia las personas con estudios superiores, comunicada al terapeuta en todas las sesiones; analizando esta emoción en sesión la permitimos y vemos su conexión con necesidades frustradas del paciente: como sentirse entendido y escuchado por una madre que priorizaba tener trabajo antes que los sentimientos de su hijo, que es el conflicto subyacente.
1. Estudio holístico de las personas: La base de la psicoterapia personalizada
El humanismo en psicología se basa en el estudio holístico de las personas, que comprende cualquier aspecto emocional de sus vidas, su comportamiento, vivencias y entorno en el que se desarrollan para poder trazar un plan de psicoterapia personalizado.
Por tanto, es imprescindible entender que cada persona y cada problema es diferente. Si bien existen multitud de técnicas especializadas para resolver cada uno de ellos, no existe una técnica que lleve el nombre de cada persona y no es del todo correcto utilizar las mismas herramientas para tratar a dos pacientes que, por ejemplo, sufren de ansiedad.
El por qué está muy claro: Porque son seres emocionalmente únicos.
Este modelo de terapia integrativa está focalizada en la personalidad, esencia y contexto de la persona. Su objetivo es construir un traje a medida para la naturaleza singular de cada ser humano.
1.1. ¿Por qué es 'Integrativa'?
En el aspecto integrativo, se juntan diferentes técnicas que se ha podido demostrar que científicamente ayudan al bienestar de la persona, tales como el mindfulness, la reestructuración cognitiva, la exposición, el diálogo interno positivo, la relajación, la visualización y la hipnosis, entre muchas otras…
Estas técnicas provienen de las principales cinco ramas de la psicología, que son: la terapia cognitivo-conductual, sistémica, humanista, psicodinámica y las terapias de tercera generación.
Todas las psicólogas de la plataforma son expertas en el uso de terapias integrativas y saben muy bien cómo abordar los problemas de nuestros pacientes.
Desde el modelo biopsicosocial, damos mucha importancia a la unidad de la persona, su biología y personalidad, su sello personal, su sentir, sus emociones y su contexto particular familiar, social y laboral.
2. A quién va dirigida la Psicoterapia Humanista Integradora (PHI): ¿Vale para cualquier persona?
Como explicábamos anteriormente, el enfoque humanista no está definido ni utiliza una plantilla o un patrón que se pueda replicar de unas personas a otras, sino que se aplica de forma exclusiva para paciente y para cada problemática. Esto la convierte en una de las corrientes más utilizadas por los profesionales del sector pudiendo ayudar de una forma mas eficaz a sus pacientes.
Cuando acudimos a un psicoterapeuta especializado en terapia integrativa humanista, éste considerará según su criterio el uso de las técnicas antes mencionadas y las adaptará a nuestra situación.
Por esta razón, podríamos decir que el enfoque humanista integrativo SI es para todo el mundo. Todos somos aptos para ser tratados de esta manera aunque siempre debemos dejar que el psicoterapeuta decida cuál es la mejor forma de hacerlo junto con nuestra aprobación como pacientes.
3. ¿En qué consiste la metodología de la terapia humanista?
Esta técnica es altamente efectiva con muchos pacientes ya que acelera mucho los cambios y la resolución de problemas desde una mirada humana y compasiva.
Además de otras herramientas utilizadas para el tratamiento de los conflictos del paciente, el terapeuta estructurará toda la intervención en el vínculo relacional.
El terapeuta se centrará en mirar al paciente con calma, le hablará en un tono suave y le hará conectar con sus miedos. Sobre todo le dará espacio y autonomía para que pueda regularlos por sí mismo disfrutando así del presente con tranquilidad.
Además, una vez establecido este vínculo relacional, el paciente será capaz de adquirir y arraigar profundamente las herramientas y técnicas aprendidas por medio de su psicólogo. De esta forma, el paciente va a poder aplicarlas desde su propio espacio psicoterapéutico y generalizarlas a su vida cotidiana, conectando mente, cuerpo y corazón.
4. Ventajas y beneficios de la Psicoterapia Humanista Integrativa
Para poder hablar de los beneficios de este tipo de psicoterapia, no podemos centrarnos en los resultados o en los avances de una o varias personas porque cada uno responde de diferente manera y no atiende a un patrón establecido. Si podemos decir, de forma general, que las ventajas y beneficios de la psicoterapia humanista integrativa son:
Al profundizar mucho más en las emociones, visión de uno mismo, el mundo y los otros, creencias nucleares negativas, conexiones de las principales figuras de apego de la persona con la relación terapéutica, amigos y pareja, etc.; y en el recorrido que todo esto ha llevado desde la infancia del paciente, de esta manera podemos identificar de manera mucho más consistente la raíz del problema y evita que aparezca en un futuro, así como los síntomas derivados del mismo como ansiedad, depresión, dependencia emocional, fobias, estrés crónico, fobia social…
Este enfoque terapéutico provoca un cambio profundo y notable en la recuperación del paciente. Aunque cada persona es un mundo y todos tienen ritmos diferentes, sí se provoca un crecimiento personal estable y duradero en el tiempo.